Este sábado, la escena musical de Catriel demostró su vitalidad con un encuentro que colmó la capacidad de un bar céntrico. El evento, más que una simple noche de música, consolida un espacio de encuentro y creación para artistas locales, marcando un punto de inflexión para la movida cultural de la ciudad.
El sábado por la noche, el bar House, ubicado en la esquina de San Martín y Pampa, se convirtió en el epicentro de la música catrielense. Lo que comenzó como una reunión de músicos locales se transformó rápidamente en una fiesta colectiva. A las diez de la noche, según reportes de los asistentes, el local ya estaba a su máxima capacidad, con un público que vibraba con cada acorde.La particularidad del encuentro no fue solo la convocatoria, sino la atmósfera de comunión que se generó. Tanto sobre el improvisado escenario como entre las mesas, la sensación era de disfrute compartido. Músicos de diferentes estilos y trayectorias compartieron canciones, creando una JAM que se extendió durante horas y que borró las distancias entre artistas y espectadores.Este evento marca la consolidación de un espacio que la comunidad artística de Catriel venía necesitando. De acuerdo a conversaciones con músicos presentes, la falta de lugares fijos para tocar y experimentar es una constante en muchas localidades. La noche del sábado parece haber sellado un pacto: el bar se convirtió, de manera orgánica, en el alojamiento oficial de la JAM local.Iniciativas como esta son fundamentales para el tejido social y cultural de ciudades como Catriel, a menudo más conocidas por su actividad hidrocarburífera que por su movida artística. Estos encuentros autogestionados no solo ofrecen una vidriera para el talento local, sino que también construyen identidad y fortalecen los lazos comunitarios en un entorno que a veces parece dominado por otras industrias.El fenómeno de Catriel no es un hecho aislado. Refleja una tendencia que se replica en distintas ciudades del Alto Valle de Río Negro y Neuquén, donde artistas y gestores culturales buscan crear y sostener circuitos alternativos. Desde los galpones de Roca hasta los bares de Neuquén capital, la música en vivo demuestra ser un motor de encuentro que define la identidad cultural de nuestra región patagónica.
https://youtu.be/ayvKQ2YKKD8?si=eCRzEMfCZ5ZoPN2D
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