Frente a un auditorio de empresarios en la Bolsa de Comercio de Córdoba, el presidente Javier Milei defendió con vehemencia el rumbo de su gestión. Aseguró haber puesto “en caja al fisco” en seis meses y proyectó el fin de la inflación para mediados de 2025. El discurso, centrado en el equilibrio fiscal como pilar fundamental, sirvió de antesala para una fuerte crítica a la dirigencia opositora.
El blanco principal fue el exgobernador local, Juan Schiaretti. Según Milei, la propuesta del cordobés implicaría aumentar el déficit fiscal en siete puntos del PBI, una cifra que calificó como una “locura gastomaníaca”. El presidente planteó que un desequilibrio de esa magnitud solo podría financiarse con emisión monetaria, desatando una hiperinflación, o con una suba del IVA que, según sus cálculos, debería trepar al 42%.
La respuesta no se hizo esperar. A través de sus redes sociales, Schiaretti desmintió las afirmaciones del mandatario, acusándolo de mentir “descaradamente”. Según aclaró, su plan se basa en cuatro ejes: una reforma tributaria sin aumentar la presión fiscal, la eliminación de retenciones, la lucha contra la evasión y la búsqueda de un equilibrio fiscal que contemple el equilibrio social. El contrapunto dejó al descubierto dos visiones antagónicas sobre cómo ordenar las cuentas del país.
El evento en Córdoba no fue solo una defensa del modelo económico, sino también una plataforma de lanzamiento para la campaña legislativa. Con la consigna “La Libertad Avanza o Argentina retrocede”, Milei respaldó al candidato local de su espacio y llamó a “pintar el país de violeta”. Este movimiento confirma que la estrategia oficialista no se limita a la gestión, sino que busca capitalizar el discurso contra “el status quo” para fortalecer su poder en el Congreso.
Mientras en el centro del país resuenan los cruces por el IVA y el déficit, en el Alto Valle estas discusiones tienen un correlato directo. La propuesta de eliminar retenciones, agitada en el debate, es un reclamo histórico del sector frutícola, ahogado por la presión impositiva. A su vez, la tensión fiscal entre Nación y provincias es seguida con atención en Neuquén y Río Negro, dos distritos cuyas finanzas dependen del complejo equilibrio entre la coparticipación, las regalías y la salud de sus economías regionales. elrebrote.com.ar – Periodismo Inteligente.