Un violento siniestro en la Ruta Nacional 151, cerca de Sargento Vidal, dejó un herido grave y un colectivo volcado. Este hecho no es un incidente aislado, sino un nuevo capítulo en la crónica de una traza vial colapsada, cuya modernización sigue siendo una promesa incumplida por el Estado nacional, exponiendo la desinversión estructural que sufre la Patagonia.
El sábado por la tarde, la precaria calzada de la Ruta 151 fue escenario de otra colisión. Según informes preliminares, una Renault Kangoo impactó frontalmente contra un camión, provocando una maniobra abrupta que llevó al vuelco de un colectivo de la empresa Pehuenche con 16 pasajeros. El conductor del vehículo menor fue hospitalizado en estado crítico, mientras la ruta permaneció cortada por horas.
Este siniestro se suma a una lista interminable de accidentes que desnudan una realidad alarmante. La Ruta 151 es una arteria vital, pero su infraestructura no ha acompañado el crecimiento exponencial del tráfico. La falta de mantenimiento y la ausencia de una autovía son el resultado directo de la inacción del Gobierno Nacional, que incluso ha apelado fallos judiciales que le ordenaban construir una nueva traza más segura.
Esta ruta es el fiel reflejo de las tensiones del Alto Valle. Por ella circulan a diario los camiones que sostienen la actividad de Vaca Muerta y los vehículos de la producción frutícola, junto a miles de vecinos y vecinas que la usan para ir a trabajar o estudiar. Es una ruta federal que extrae la riqueza de la región pero que devuelve a sus habitantes un riesgo constante, una metáfora del abandono centralista.
El Rebrote — análisis con mirada regional. elrebrote.com.ar
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