El Acceso Sur de Catriel fue el escenario de un abrazo simbólico que congregó a familiares, amigos y vecinos de las víctimas del reciente siniestro vial. La emoción del duelo se mezcló con la determinación de un reclamo que ya no puede esperar, en una clara muestra de unidad comunitaria frente a la tragedia y la desidia.
En el acto tomaron la palabra la Intendenta de Catriel, Daniela Salzotto, y su par de 25 de Mayo, Leonel Monsalve. Junto a ellos, Andrés Pino, familiar directo de las víctimas, compartió su dolor, mientras que el cura párroco Temer Mukled ofreció palabras de contención y reflexión, uniendo a los presentes en un pedido común de justicia y acción.
El mensaje fue unánime y contundente: basta de muertes evitables. Los manifestantes denunciaron el estado de abandono de la Ruta 151 y exigieron a las autoridades nacionales una respuesta inmediata. El pedido no se limita a simples reparaciones, sino que abarca una repavimentación completa, mantenimiento constante y una obra integral que garantice la seguridad de quienes la transitan a diario.
Un cartel resumió la importancia estratégica y la urgencia del reclamo: “¡No hay Vaca Muerta sin obra en la Ruta 151!”. Esta frase subraya la contradicción de tener una ruta vital para el desarrollo del mayor yacimiento de gas no convencional del país en un estado de deterioro tan peligroso, poniendo en riesgo la vida de los trabajadores y habitantes de la región.
El estado de la Ruta 151 es un reflejo de una problemática que atraviesa todo el norte de la Patagonia, donde el crecimiento productivo y demográfico no ha sido acompañado por la inversión en infraestructura vial necesaria. Este reclamo, nacido del dolor en Catriel, resuena con fuerza en cada localidad del Alto Valle de Río Negro y Neuquén que depende de rutas seguras para su desarrollo y, sobre todo, para proteger la vida de sus habitantes. elrebrote.com.ar – Periodismo Inteligente.
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