Tras un domingo agitado que lo tuvo detenido, el dirigente social Juan Grabois fue liberado en la madrugada y no tardó en hacer públicas sus sensaciones y una serie de declaraciones que resonaron fuerte en la escena política nacional. Su detención, en el marco de la “toma” del Instituto Nacional Juan Perón en protesta por su cierre y el despido de empleados, se convirtió en un nuevo capítulo de la tensión entre el gobierno de Javier Milei y los movimientos sociales.
Desde su salida, Grabois no esquivó la polémica. Agradeció irónicamente a Patricia Bullrich por la “experiencia” de haber estado en una alcaldía, un espacio que describió con dureza: “oficinas vetustas, sin calefacción, llenas de ratas” y “computadoras del año 84”, evidenciando –según él– la precariedad de las condiciones de trabajo del personal de seguridad. Una crítica que, anticipó, “cuando sea presidente voy a poder cambiar”. Sobre su situación legal, afirmó que no hubo una imputación específica ni una orden de desalojo formal que justificara su detención tras la ocupación del edificio.
Pero quizás el mensaje más contundente fue el dirigido directamente al gobierno. En un video difundido, Grabois lanzó una advertencia severa: “No entiende de la forma en la que estamos hechos. Como dicen, ella las hace; ella las va a pagar. [Javier] Milei las va a pagar, Karina [Milei] las va a pagar, [Sandra] Pettovello las va a pagar, y nosotros les vamos a cobrar cada uno de sus crímenes sociales”. Una declaración que subraya la profundización del conflicto y la retórica confrontativa. En diálogo con C5N, el dirigente manifestó una reflexión más amplia sobre los ciclos de poder: “Todos los gobiernos con pulsiones dictatoriales caen por su propio peso, hay que tener paciencia. Siempre terminan mal. El mensaje es uno muy simple: el miedo se contagia, el coraje también. No hay que tenerles miedo”. Estas palabras se enmarcan en la previa de su detención, cuando desde el Instituto Perón publicó en X “Meteme preso Milei, pero la bandera argentina no me la sacás”, junto a una foto con la insignia patria, y Argentina Humana, su espacio político, celebró la “RECUPERAMOS EL INSTITUTO JUAN DOMINGO PERÓN”.
Las recientes declaraciones de Juan Grabois, más allá de la coyuntura de su detención, abren un debate sobre la conflictividad social, la gestión de los recursos estatales y el rol de las protestas frente a las políticas gubernamentales. Estos temas no son ajenos a nuestra región. En el norte de la Patagonia, que comprende La Pampa, Neuquén y Río Negro, la agenda social y económica está marcada por la presencia de la industria hidrocarburífera en Vaca Muerta, la infraestructura y el desarrollo de empleo, pero también por las históricas demandas de inclusión y la preocupación por la distribución de la riqueza. Las decisiones del gobierno central sobre organismos nacionales y el futuro de programas sociales tienen un impacto directo en la vida de miles de familias patagónicas. Las tensiones políticas a nivel nacional resuenan con fuerza en una región que, por su ubicación estratégica y sus recursos, es un actor clave en el escenario argentino y donde las políticas sociales y económicas son de vital importancia para el bienestar de sus habitantes.
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